PRIMER CAFÉ LITERARIO CELJAHE
PONENTE. Dr. TITO CÁCERES CUADROS
EN EL PRIMER CAFÉ LITERARIO VIDA Y OBRA DE JOSE MARÍA ARGUEDAS
FOTOS DEL AUDITORIO EN EL PRIMER CAFÉ LITERARIO VIDA Y OBRA DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
PRIMER CAFÉ LITERARIO RUMBO A LOS JUEVES LITERARIOS
BIOGRAFIA DE JOSE MARIA ARGUEDAS
Yo no soy un aculturado. Yo soy un peruano que orgullosamente,
como un demonio feliz, habla en cristiano y en indio, en español y
en quechua. Deseaba convertir esa realidad en lenguaje artístico y
tal parece, según cierto consenso más o menos general,
que lo he conseguido.
(Palabras dirigidas al recibir el Premio “Inca Garcilaso de la Vega”)
Yo no soy un aculturado. Yo soy un peruano que orgullosamente,
como un demonio feliz, habla en cristiano y en indio, en español y
en quechua. Deseaba convertir esa realidad en lenguaje artístico y
tal parece, según cierto consenso más o menos general,
que lo he conseguido.
(Palabras dirigidas al recibir el Premio “Inca Garcilaso de la Vega”)
Amante de la literatura quechua y estudioso del folclore de su país, el peruano José María Arguedas Altamirano supo combinar, a lo largo de su carrera, sus actividades de novelista y traductor de libros en lengua indígena con las tareas de etnólogo.
La infancia de este peruano nacido el 18 de enero de 1911 en Andahuaylas no fue fácil. Tras la muerte de su madre, su padre (Víctor Manuel Arguedas Arellano) se casó en segundas nupcias y llevó a toda su familia a vivir, primero al pueblo de Puquio y luego a San Juan de Lucanas. Tiempo después, a causa de razones políticas que impidieron que su padre continuara como juez, José María quedó a cargo de su madrastra y hermanastro, mientras Víctor Manuel se ganaba la vida como abogado itinerante.
Cansado ya de ser tratado como sirviente por la nueva familia de su padre, el futuro escritor decidió escaparse, en 1921, junto a su hermano Arístides. Juntos se refugiaron en la hacienda Viseca, donde convivieron durante dos años con los indios, período en el cual aprendieron sus costumbres y su idioma. Dos años después, su padre volvió a buscarlos.
Tras recibir formación académica en Ica, Huancayo y Lima, este joven interesado por el desarrollo tanto de la cultura occidental como de la indígena, ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima para estudiar Literatura.
A partir de 1935, José María comenzó a publicar sus obras, dentro de las que se destacan “Agua”, “Yawar fiesta”, “Diamantes y pedernales”, “Los ríos profundos”, “Todas las sangres” y “El zorro de arriba y el zorro de abajo”. Pero no toda su vida giró en torno a la literatura: también trabajó como auxiliar de la Administración Central de Correos de Lima, fue nombrado profesor de castellano y geografía en el departamento de Cusco (cargo a través del cual descubrió su vocación de etnólogo), colaboró con el Ministerio de Educación (donde fue designado Conservador General de Folklore y Jefe de la Sección Folklore, Bellas Artes y Despacho), representó al profesorado peruano en el Congreso Indigenista Interamericano de Patzcuaro, fue nombrado Jefe del Instituto de Estudios Etnológicos del Museo de la Cultura Peruana y dirigió la revista “Folklore americano”, entre otras actividades.
Pese a sus logros profesionales (que le valieron los premios Fomento a la Cultura en las áreas de Ciencias Sociales y Literatura, y el Inca Garcilaso de la Vega), la política cultural de su país provocó en José María Arguedas una gran decepción, motivo por el cual, en 1966, el escritor tuvo su primer intento de suicidio, hecho que volvería a repetirse el 28 de noviembre de 1969. Sin embargo, en esta segunda oportunidad el resultado fue el que él buscaba: cuatro días después de pegarse un tiro en la cabeza, el autor perdió la vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario